Desde tiempos remotos
el hombre ha tenido la necesidad de comunicarse, adoptando códigos de lenguaje
que le permiten intercambiar información con otros para obtener nuevos
aprendizajes y es en ese intercambio comunicativo en donde la expresión oral
cobra importancia, pues ésta habilidad lingüística se adquiere desde los
primeros años de vida y se va perfeccionando a través del tiempo, conforme el
individuo interactúa con las personas que le rodean, en escenarios y momentos
distintos. De esta manera al interior de las instituciones educativas deben
darse las oportunidades para que los educandos fortalezcan dicha habilidad.
Ahora bien, hablando
específicamente del nivel Secundaria se puede mencionar que aunque se piense
que los adolescentes ya tienen consolidadas ciertas habilidades comunicativas,
ello no ocurre del todo, pues al momento de ponerlas en práctica se encuentran
con serias dificultades, mismas a las que se trata de dar atención, sin
conseguir a veces grandes resultados.
No obstante al
interior de las sesiones de clase siempre se ha procurado que los educandos se
expresen y una de las formas adoptadas ha sido el cuestionamiento constante
para el rescate de las ideas previas acerca de un tema determinado, además se
procura que las participaciones de los jóvenes no se limiten a un simple si o
no, sino que traten de explicar sus ideas a fondo, para ello se utilizan
preguntas como ¿por qué piensas eso?, ¿a qué se refiere este término?, ¿qué
opinas sobre tal o cual tema?, etc.
Asimismo en
asignaturas como Español e Historia se han implementado actividades que van
desde la exposición de temas investigados previamente, hasta la puesta en
marcha de mesas redondas, en donde los jóvenes tienen la oportunidad de poner
en práctica su expresión oral. Sin embargo cabe mencionar que dichas acciones les
resultan complicadas, pues la mayoría tiene serios problemas para expresarse
debido a su timidez y a la falta de confianza en sí mismos. De hecho los
propios alumnos mencionaron en una encuesta aplicada anteriormente, que el
hablar frente a sus compañeros y exponer son actividades que no les gustan y prefieren
expresar sus sentires de manera escrita.
Ante tales
respuestas, como docente me he dado a la tarea de incentivar la participación,
a veces cuestionando de forma individual y aunque me lleve mucho tiempo, trato
de que todos participen o den a conocer al menos una idea del tema tratando, lo
cual me ha orillado a pedir a cada uno de los alumnos que aporte aunque sea una
idea pequeña de los temas analizados.
Asimismo se han
implementado algunas actividades de la estrategia nacional 11 + 5, además de la
lectura de textos literarios que más adelante se dan a conocer a través de los
comentarios emitidos por los adolescentes que tienen como finalidad dar una
percepción propia del contenido de los libros leídos.
De igual forma
actualmente se está trabajando con la actividad permanente “La voz de la
radio”, acción en la que los adolescentes deben diseñar y grabar un audio que
se asemeje a los programas que escuchan en dicho medio de comunicación. Tal
actividad se está desarrollando por equipos y por lo que he podido notar ha
despertado el interés de los jóvenes, pues al interior de sus equipos de
trabajo dan a conocer sus opiniones, se expresan, con la finalidad de diseñar
el guión que les servirá de base para la realización de dicha tarea.
Además cabe mencionar
que en todo momento se ha tratado de que los adolescentes adopten un papel
activo en el desarrollo del lenguaje oral, para ello mi tarea como docente ha
sido la de guiar a los jóvenes en el proceso de adquisición, por lo que se
puede decir que los he acompañado en su proceso de aprendizaje, incentivándolos
en todo momento. Sin embargo a pesar de que se ha tratado de que se expresen,
muchos siguen teniendo dificultades al momento de hacerlo y no logran articular
sus propias ideas.
Ahora bien en cuanto
a la planificación de las acciones a realizar para el desarrollo del lenguaje
oral en los alumnos, debo admitir que he descuidado este aspecto, pues si bien
me dedico a planear las actividades que realizaré con el grupo en cada sesión
de aprendizaje, en ocasiones me olvido de dicha habilidad y me preocupo más por
que traten de comprender los contenidos abordados, que por el desarrollo de la
misma. De hecho el hacer esta reflexión me llevó a autocriticar la propia
práctica llegando a la conclusión de que como docente me falta planificar
actividades que tengan como objetivo el desarrollo del lenguaje oral en los
alumnos que atiendo.
Está visto que el
hombre es un ser social por naturaleza y por tanto dentro del salón de clases
deben darse las oportunidades para realizar un intercambio comunicativo eficaz
y para ello no hay que olvidar que la expresión oral resulta ser el mecanismo
de comunicación por excelencia y por tanto el desarrollo de dicha habilidad
también debe priorizarse.